Parece inofensivo y se siente bien, pero frotarse los ojos es una práctica potencialmente dañina y contraproducente para tu apariencia.
El frotarse los ojos estimula la producción de lágrimas, esto tiene un efecto relajante en ojos irritados, además elimina partículas que ingresen en el globo ocular.
¿Entonces cual es el problema?
Frotarse con demasiada fuerza puede dañar estructuras internas del ojo, además el polvo u objetos extraños pueden rayar la córnea, lo cual es muy doloroso. Es posible incluso romper algún vaso sanguíneo y generar una hemorragia.
Respecto de las zonas alrededor del ojo, el frotado excesivo puede aumentar la creación de arrugas y provocar una apariencia de vejez prematura. Así que ten mucho cuidado. Gracias por leer estas líneas.
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